"Empedrado", pequeña villa de la provincia de Corrientes; pero importante por ser empalme ferroviario; llamada "el pueblo de las violetas", por ser esta flor, símbolo de humildad y sencillez, harto cultivada en aquella zona; fue el solar feliz, que tuvo la dicha de ser el pueblo de Delicia Concepción, quien nació allí el 15 de Julio de 1901.
Rodeado de hermosas quintas de naranjales, está, como matrona, arrecostado bajo protectoras sombras, embriagado por el aroma de los azahares, que con el oro de los frutos, embrellecen sus contornos, dándole un aspecto de riqueza, progreso y encanto.
El pueblo tiene un gran motivo de piedad en el "Señor Hallado"; un crucifijo encontrado en la copa de un árbol. Se le atribuyen gracias extraordinarias y los pobladores le profesan un cariño y una devocion profunda.
Al cumplir 12 años, su familia se trasladó a la ciudad de Montecaseros, último centro de consideración, antes de llegar a la ciudad de Concordia en donde se estableció en forma definitiva y donde aun hoy reside gozando del mas alto aprecio de toda la sociedad por sus virtudes cristianas.
Ya en Concordia la salud de delicia empeoró y dos años mas tarde debió ser internada en el hospital de niños de la Capital Federal, en donde quedó muchos meses, pudiendo al fin restablecerse de sus dolencias; no obstante haberle comenzado por aquella época las molestias al hígado, que debían acompañarla durante toda su vida y que al fin la llevarían al sepulcro



                                                                                                          Padre Ambrosio